“El cuerpo me pide seguir como estoy, disfrutar de la paternidad. Ir día a día. Vaciar un poco el vaso que se llenó mucho. Estoy aprendiendo a saber parar, que es algo que no he hecho en muchos años, y saber escucharse a uno mismo. Hay tantas voces que tienes aquí dentro que al final no sabes ni lo que quieres ni quién eres. Hay veces que parar parece que significa que se va a acabar todo y en realidad la vida sigue. Todo pasa y es cómo lo enfocas. Quiero tener una base sólida antes de volver a empezar”.