“Para cerrar en tan buena forma tuvimos que hacer algunos ajustes sobre la marcha. En lo individual, yo tuve que aprender a asimilar las derrotas de manera rápida…tú sabes, cuando juegas en colegial y pierdes, tienes una semana para sanar tus heridas y llorar los fracasos, porque sólo juegas una vez cada siete días. Pero en la NBA no puedes enloquecer por una mala noche, hay que dejarla atrás de inmediato y mirar para adelante”.
Wade en su año de novato, 2004 y el final 17-5 después de iniar 0-7 el año.
PBNum7Año2 2004, p. 40